1. Compatibilidad mecánica del sensor electromagnético

Antes de seleccionar un sensor electromagnético, es fundamental evaluar si su diseño encaja físicamente en la máquina donde se instalará. Esta compatibilidad influye tanto en la precisión como en la durabilidad del dispositivo.

Aspectos clave que conviene revisar:

Dimensiones y formato: algunos equipos emplean ranuras estándar, mientras que otros necesitan sensores específicos del fabricante.

Sistema de fijación: puede ser por tornillo, clip o montaje magnético, lo que determina la rapidez de instalación.

Conexión eléctrica: cable fijo, conector rápido o formato estandarizado M8/M12 para facilitar reemplazos.

2. Rango de detección y sensibilidad

El rango de detección determina a qué distancia el sensor electromagnético puede identificar el imán integrado en el actuador. Elegir un rango incorrecto puede generar falsas lecturas o inestabilidad en el proceso.

Para garantizar precisión:

• Asegura que el rango coincide con la carrera del actuador o cilindro.
• Controla las tolerancias de montaje, especialmente en máquinas de inyección.
• Evita rangos excesivos, ya que pueden captar interferencias externas.

En Hidrafluid, asesoramos para ajustar el sensor a la dinámica exacta del proceso, evitando alarmas inesperadas o ciclos incompletos.

3. Tipos de salida en un sensor electromagnético

La salida del sensor determina cómo se comunica con el PLC o sistema de control. Elegir la incorrecta puede causar incompatibilidades eléctricas.

3.1 Salida PNP o NPN

Es la opción más habitual. Un sensor electromagnético PNP envía señal positiva, mientras que el NPN proporciona señal negativa. La elección depende del estándar eléctrico de la instalación.

3.2 Salida digital

Se activa al detectar presencia o ausencia del imán. Es perfecta para movimientos repetitivos y posiciones fijas.

3.3 Salida analógica

Permite medir distancia o posición continua. Resulta útil en aplicaciones avanzadas donde se requiere control de carrera.

4. Resistencia ambiental y durabilidad

Un sensor electromagnético debe resistir no solo el movimiento, sino también el entorno. La humedad, las partículas metálicas, las vibraciones y las variaciones térmicas pueden afectar su rendimiento.

Factores importantes a valorar:

• Grado de protección IP: para resistencia al agua o polvo.
• Temperatura de trabajo: crucial en prensas, moldes o entornos de inyección.
• Material de la carcasa: aluminio, polímero reforzado o acero inoxidable.
• Compatibilidad con aceites y refrigerantes: evita degradación prematura.

Nuestra gama de sensores magnéticos industriales está diseñada para tolerar entornos extremos sin perder precisión.

5. Certificación, normativa y garantía

La calidad de un sensor electromagnético también se evalúa por su cumplimiento con normas internacionales. Estas certificaciones garantizan seguridad, compatibilidad y fiabilidad técnica.

Normativas de referencia:

• ISO: estándares de calidad y seguridad eléctrica.
• Directiva CE: obligatoria para equipos vendidos en la UE.
• Certificaciones específicas como ATEX cuando se trabaja en atmósferas explosivas.

Una garantía sólida también es un indicador de que el fabricante confía en la durabilidad de su producto.

Checklist final antes de comprar tu sensor electromagnético

• Tamaño y formato compatibles.
• Rango de detección adecuado.
• Tipo de salida correcto para tu PLC.
• Resistencia ambiental confirmada.
• Certificaciones y garantía verificadas.

Preguntas frecuentes sobre sensores electromagnéticos