Electrovalvulas: qué son, cómo funcionan y cómo elegir la adecuada

Una electroválvula, también conocida como electrovalvulas en muchos catálogos técnicos, es un componente de control que permite abrir, cerrar o desviar el paso de un fluido mediante una señal eléctrica. Gracias a su diseño, es posible automatizar maniobras en sistemas hidráulicos y neumáticos, mejorar la seguridad y optimizar el rendimiento global de la instalación.

En Hidrafluid ponemos a tu disposición una amplia gama de
electrovalvulas industriales y soluciones de
válvulas de control adaptadas a diferentes presiones, caudales y tipos de fluido. Además, nuestro equipo técnico puede asesorarte para integrar cada electroválvula de forma correcta y segura en tu sistema.

1. Qué es una electroválvula y para qué se utiliza

De forma sencilla, una electroválvula es una válvula accionada eléctricamente. Cuando la bobina recibe corriente, genera un campo magnético que mueve un émbolo o núcleo interno, modificando así el estado de la válvula: abierta, cerrada o conmutando entre diferentes vías.

Gracias a este principio, las electrovalvulas se emplean para controlar el paso de aceites hidráulicos, aire comprimido, agua u otros fluídos compatibles. Por lo tanto, se utilizan en prensas, máquinas de inyección, líneas de montaje, sistemas de riego, automatización de procesos y muchos otros sistemas donde el control de fluidos es crítico.

2. Cómo funciona una electroválvula en la práctica

Aunque existen diferentes tecnologías, el principio de funcionamiento suele ser similar. Cuando el solenoide se alimenta eléctricamente, el núcleo móvil es atraído y cambia la posición del obturador. De este modo, el fluido puede pasar, bloquearse o dirigirse hacia otra salida.

En sistemas hidráulicos, la electroválvula trabaja habitualmente con presiones elevadas y aceites con cierta viscosidad, mientras que en neumática se utilizan modelos optimizados para aire comprimido y presiones más bajas. Por otro lado, hay electroválvulas de accionamiento directo, pilotadas o servoasistidas, en función del caudal y la presión disponible.

Para garantizar un funcionamiento seguro, es aconsejable respetar siempre las recomendaciones de normas internacionales como las de
ISO y seguir las instrucciones del fabricante en cuanto a montaje, alimentación eléctrica y compatibilidad de fluido.

3. Tipos de electroválvulas y configuraciones habituales

No todas las electroválvulas realizan la misma función. En realidad, existen múltiples configuraciones diseñadas para adaptarse a diferentes circuitos y requisitos de control. A continuación, se resumen algunas de las más utilizadas:

Electroválvulas de dos vías

Se utilizan principalmente para abrir o cerrar el paso del fluido entre dos puntos. Son habituales en aplicaciones de llenado, corte de suministro o control simple de paso.

Electroválvulas de tres vías

Estas válvulas permiten conmutar entre dos salidas o realizar funciones de purga y descarga. Por ejemplo, se usan con frecuencia en cilindros de simple efecto o en maniobras de control neumático.

Electroválvulas de cuatro vías

Son muy comunes en automatización de actuadores de doble efecto, ya que permiten invertir el sentido del flujo de forma rápida y repetitiva. Esto resulta especialmente útil en sistemas que requieren cambios de dirección frecuentes.

Electroválvulas proporcionales

A diferencia de las válvulas todo/nada, las electroválvulas proporcionales permiten un control progresivo del caudal o de la presión. Así, se convierten en una herramienta clave cuando se necesita un ajuste fino del movimiento o del esfuerzo en un actuador.

Fabricantes de referencia como
ATOS o
Festo desarrollan electrovalvulas avanzadas para hidráulica y neumática, con distintos niveles de precisión y electrónica integrada.

4. Factores clave para elegir la electroválvula adecuada

A la hora de seleccionar las mejores electrovalvulas para tu instalación, conviene analizar algo más que el tamaño de rosca. En realidad, varios parámetros técnicos influyen directamente en la seguridad, la eficiencia y la vida útil del sistema.

Entre los criterios más importantes destacan:

  • Tipo de fluido: aceite, aire, agua o fluidos especiales exigen materiales y sellos adecuados.
  • Rango de presión y caudal: cada electroválvula debe trabajar dentro de los valores recomendados por el fabricante.
  • Tensión y tipo de bobina: corriente alterna o continua, tensión disponible en el cuadro eléctrico y consumo aceptable.
  • Entorno de trabajo: presencia de polvo, humedad, vibraciones o atmósferas explosivas condiciona el grado de protección necesario.
  • Tipo de maniobra: simple, conmutada o proporcional, en función del control que requiera el proceso.

En algunas instalaciones, además de la electroválvula, puede resultar interesante integrar otras soluciones de control como
válvulas modulares o
válvulas proporcionales, que permiten configurar bloques personalizados y optimizar el comportamiento del circuito.

5. Montaje, ajuste y mantenimiento preventivo

Una electroválvula bien seleccionada puede ofrecer años de servicio fiable, pero para conseguirlo es fundamental instalarla y mantenerla correctamente. En primer lugar, es importante respetar el sentido de flujo marcado, utilizar racores adecuados y asegurar una filtración apropiada del fluido.

Además, se recomienda:

  • Verificar periódicamente el estado de la bobina y su temperatura de trabajo.
  • Comprobar la estanqueidad de conexiones eléctricas y mecánicas.
  • Revisar la limpieza del fluido, especialmente en hidráulica, para evitar atascos o desgaste prematuro.
  • Actuar sobre la válvula únicamente con la instalación despresurizada y sin tensión eléctrica.

De este modo, el riesgo de averías disminuye y las electrovalvulas mantienen su respuesta rápida y precisa a lo largo del tiempo.

6. Principales aplicaciones industriales de una electroválvula

Las electroválvulas se encuentran en prácticamente todos los sectores donde se manejan fluidos a presión. Por ejemplo, se utilizan en prensas hidráulicas, sistemas de elevación, maquinaria de inyección de plástico, líneas de montaje neumáticas y equipos de proceso.

Asimismo, muchas soluciones de automatización combinan electroválvulas con
válvulas neumáticas, sensores y unidades de mantenimiento para garantizar un funcionamiento estable, seguro y energéticamente eficiente.

En resumen, unas buenas electrovalvulas correctamente seleccionadas e instaladas pueden marcar la diferencia entre un sistema inestable y una instalación fiable y fácil de mantener.

7. Conclusión

Elegir correctamente entre las diferentes electrovalvulas disponibles es fundamental para asegurar un sistema seguro, eficiente y duradero. Como has visto, la selección depende tanto del tipo de fluido como de la presión, el entorno de trabajo, la compatibilidad eléctrica y el tipo de aplicación industrial.

Además, recuerda que una buena instalación y un mantenimiento básico pueden prolongar considerablemente la vida útil de cualquier electroválvula, evitando fugas, atascos y paradas inesperadas. Por ello, invertir en componentes de calidad y seguir las recomendaciones de fabricantes acreditados es clave para asegurar un rendimiento fiable.

Por último, si deseas profundizar aún más y comparar cómo se comportan distintos modelos según el fluido o el rango de presión, te recomendamos revisar nuestro artículo técnico dedicado a:

cómo elegir la electroválvula adecuada según el fluido y la presión de trabajo
.

Preguntas frecuentes sobre electroválvulas

1. ¿En qué se diferencia una electroválvula hidráulica de una neumática?

Principalmente en la presión de trabajo y en el fluido utilizado. La electroválvula hidráulica está diseñada para aceites a alta presión, mientras que la neumática se emplea con aire comprimido a presiones más bajas.

2. ¿Cómo puedo saber si la bobina de una electroválvula está dañada?

Algunos síntomas habituales son calentamiento excesivo, olor a quemado, disparos de protección eléctrica o ausencia de maniobra cuando se alimenta la bobina.

3. ¿Puedo utilizar una misma electroválvula con distintos fluidos?

Sí, siempre que el fabricante confirme la compatibilidad de materiales y sellos con cada fluido y se respeten las condiciones de presión y temperatura indicadas.

4. ¿Es necesario filtrar el fluido antes de la electroválvula?

Es muy recomendable. La filtración adecuada reduce la presencia de partículas que podrían dañar el obturador, los asientos internos y otros componentes de la electroválvula.

5. ¿Las electroválvulas requieren mucho mantenimiento?

No, su mantenimiento es relativamente sencillo: revisión de conexiones, control de la bobina y asegurarse de que el fluido se mantiene limpio y dentro de los parámetros especificados.